La voz de los grupos silenciados, queda amortiguada ante las estructuras de dominio y para expresarse, se ven obligados a recurrir a los modos de expresión y las ideologías dominantes.
La teoría de Edwin Ardener no implica que los grupos “silenciados” permanezcan realmente callados, ni que sean ignorados por la investigación científica. Como el propio Ardener señala, el que las mujeres hablen muchísimo y el etnógrafo estudie minuciosamente sus actividades y responsabilidades, no impiden que sigan silenciadas, dado que su modelo de realidad, su visión de del mundo, no puede materializarse ni expresarse en los mismos términos que el modelo masculino dominante, de modo que se adaptan a la situación.
0 comentarios:
Publicar un comentario